Por: La Selección Colombia necesitaba ganar y lo consiguió; victoria como local 3:0 a Bolivia y clasificada al mundial.
El Estadio Metropolitano de Barranquilla fue escenario de un partido crucial para la eliminatoria al mundial de fútbol de 2026: Colombia – Bolivia.
Los locales llegaban a este encuentro con dos tareas: clasificar al mundial y cortar la larga racha de juegos sin ganar en la eliminatoria, algo que conquistó con un diez perfecto.
Y es que el cuadro nacional derrotó 3:0 a Bolivia, resultado que, sumado a otros resultados de la jornada, permitieron a Colombia la clasificación a la cita mundialista que será el año entrante.
En lo que fue el primer tiempo, este se desarrolló con amplio dominio del conjunto nacional, aunque la falta de precisión en el primer tiempo obligó al arquero boliviano Carlos Lampe a convertirse en figura tras varias atajadas clave.
La tranquilidad para el elenco nacional llegó al minuto 32, cuando James Rodríguez abrió el marcador con un remate dentro del área, devolviendo a Colombia la ilusión mundialista. Con el 1:0 a favor, los dirigidos por Néstor Lorenzo se fueron al descanso con confianza, aunque conscientes de que debían asegurar el resultado.
Todo asegurado
En la segunda mitad, Colombia mantuvo la iniciativa, aunque Bolivia inquietó en el minuto 70 con su opción más clara de empate. La respuesta no tardó: a los 75 minutos Jhon Córdoba amplió la ventaja tras un pase de Juan Fernando Quintero, aprovechando la fragilidad de la defensa visitante. Ocho minutos más tarde, el propio Quintero anotó el tercero gracias a una asistencia de Luis Díaz.
El partido también dejó espacio para la emoción de la hinchada con la entrada de Dayro Moreno. A sus 39 años, el delantero volvió a vestir la camiseta tricolor y, cada vez que tocó el balón, fue recibido con ovaciones por parte del público.
Con esta victoria, la Selección Colombia ratificó su regreso a la cita mundialista, consolidando un proceso que combina experiencia y nuevas figuras, y que devuelve al país la esperanza de volver a ser protagonista en la máxima competencia del fútbol internacional.
