La apertura de las compuertas de Quimbo y Betania ocasionaron el aumento del caudal del río Magdalena y les impide realizar trabajos.
Varias asociaciones de pescadores artesanales en el norte del Huila continúan manifestando la inconformidad ante la apertura de las compuertas de los embalses de Quimbo y Betania, que ocasionaron el aumento del caudal del río Magdalena, evidenciando escasez de peces, principal sustento de varias familias.
Las familias de pescadores han optado por manifestaciones a través de bloqueos y protestas para exigir atención y ayudas de las autoridades, sin embargo, se logran acuerdos que con el tiempo no se cumplen. Una de las problemáticas que tienen los pescadores desde hace varios años, a pesar de las diferentes mesas de diálogo con la alcaldía de Neiva y con la gobernación, pese algunos acuerdos se denuncian incumplimientos.
Feliz Valderrama, líder pescador artesanal, indicó que “desafortunadamente el río crece y pues no hay de dónde coger, porque el tema de los pescadores, que es un diario vivir, se va y se hace la faena de pesca y se llega, pero entonces cuando el río está mermado se consigue, pero en estos momentos no”.
Los pescadores han evidenciado que el río Magdalena ha venido desafortunadamente llenándose de arena, afectando las cuevas de los pescados y, por ende, la pesca se ha reducido. Aunque se han planteado varias alternativas, desde las asociaciones proponen limpiar el río Magdalena y que les brinden trabajo a los pescadores. Además, están solicitando mejoramiento de vivienda para los pescadores, ayudas y capacidades buenas para el sustento.
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“No es solo invernal, hay dos represas, es decir, dos totumas llenas y cuando llueve esas totumas rebosan. Llevamos tres meses con el Río Grande y desafortunadamente no hay ayuda para los pescadores, hay 21 familias afectadas, pero entre las siete asociaciones hay 185 familias del Venado, Neiva, Villavieja y Hato Nuevo”, dijo Valderrama.
Las afectaciones cada vez aumentan, no solo para los pescadores artesanales; hay negocios y viviendas del área de influencia del embalse de Betania, en el departamento del Huila, afectadas por las inundaciones tras la apertura de las compuertas por parte de Enel Colombia. El río Magdalena volvió a generar afectaciones en las comunidades ribereñas.
Los sectores más impactados se ubican en municipios como Hobo, Neiva, Yaguará y Campoalegre, donde se reportan pérdidas materiales y varias familias afectadas.